viernes, abril 25

¿Habrá elecciones libres en Honduras 2025 con el CNE controlado?

Con la llegada de noviembre de 2025, las elecciones generales en Honduras están causando una creciente preocupación en varios ámbitos. Se percibe un intento evidente de acumular poder por parte del Partido LIBRE en relación con el Consejo Nacional Electoral (CNE), un organismo fundamental en la gestión y control del proceso electoral. Al mismo tiempo, el rol de las Fuerzas Armadas (FF. AA.) en los comicios está despertando inquietud, debido a denuncias de interferencia durante las elecciones primarias.

El CNE, responsable de garantizar elecciones libres y justas, se encuentra bajo escrutinio debido a la percepción de que sus magistrados suplentes responden a intereses políticos dominantes, particularmente del partido oficialista. Esto plantea la posibilidad de una destitución de los consejeros titulares, buscando una parcialidad del CNE en la organización electoral. Se teme manipulación en la acreditación de partidos, control del conteo de votos y validación de resultados.

Potencial influencia política sobre el CNE y amenazas para la claridad en las elecciones

Los dirigentes opositores muestran inquietud ante una potencial manipulación del CNE para garantizar la permanencia del plan político del Partido LIBRE. Las acusaciones abarcan la alteración del censo electoral y el dominio del recuento de votos, creando un ambiente de sospecha. La situación empeora con acusaciones de fraude interno en las elecciones primarias del Partido LIBRE, sospechas de mal uso de recursos del Estado y una desconfianza extendida hacia las entidades electorales.

Si estas alertas se convierten en realidad, Honduras podría encontrarse ante una crisis poselectoral con serias repercusiones para la estabilidad política. Diversas organizaciones tanto nacionales como internacionales han solicitado el fortalecimiento de la autonomía del CNE y la mejora de la transparencia en el proceso electoral. La duda sobre la viabilidad de elecciones justas con un ente electoral visto como influenciado crea incertidumbre respecto a la legitimidad del próximo gobierno.

Aumento de preocupación por la participación de los militares en las elecciones

Simultáneamente, las fuerzas armadas enfrentan acusaciones de la oposición, que alega sabotaje en las elecciones primarias. Se informaron demoras en la distribución de los materiales de votación, se observó la presencia de soldados que causaron intimidación en ciertos lugares de votación, hubo restricciones para acceder a casillas de votación y se detuvo el transporte de votantes en áreas opositoras. Estos eventos, registrados por observadores, provocan temor a una posible militarización del proceso electoral.

El incremento en la implicación de las Fuerzas Armadas en temas civiles, promovido por el partido gobernante, se percibe como una estrategia para consolidar el dominio político. Esta circunstancia provoca dudas sobre la neutralidad de las FF. AA., cuya misión constitucional en la protección electoral se ve afectada por la falta de transparencia y la interferencia política. Tanto el CNE como los observadores del extranjero son llamados a exigir objetividad y a realizar una vigilancia estricta. Se alerta que una posible actuación sesgada de las FF. AA. podría detonar una crisis en la democracia, generando cuestionamientos sobre la libertad del voto y la actuación de las entidades responsables de mantener la paz bajo presión política.