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Después de las elecciones primarias realizadas el 9 de marzo de 2025, la licenciada Rixi Moncada se consolidó como la aspirante presidencial del Partido LIBRE. Sin embargo, su triunfo ha generado polémica por acusaciones de irregularidades durante el conteo, creando un ambiente de incertidumbre en la política de Honduras. Tanto opositores como integrantes del mismo partido han manifestado inquietudes sobre la legitimidad de los resultados, argumentando que los conteos habrían sido manipulados en distritos cruciales para mostrar un respaldo mayor hacia Moncada que no representaría la realidad del partido ni del electorado en general.
Los comentarios críticos destacan una posible táctica de medios y organización para crear de manera artificial una percepción de amplio apoyo hacia la candidata oficial. En este marco, el grupo interno M-28, cercano a la dirección del partido, ha sido sindicado como el principal implicado en las supuestas acciones engañosas para beneficiar la candidatura de Moncada. Las denuncias describen varias anomalías, como la modificación de los resultados en distintos centros de votación, el incremento artificial de los límites para ciertos precandidatos, la omisión de participación de representantes de grupos opositores internos durante el recuento y la entrega tardía o parcial del material electoral.
Algunos miembros han insinuado que el procedimiento fue organizado para favorecer una candidatura planificada por los líderes del partido, lo cual consideran una violación de los valores democráticos de participación interna.
Dudas sobre la validez y ruptura interna en LIBRE
El comunicado oficial de Moncada y sus representantes ha sido una negativa contundente hacia dichas acusaciones, describiéndolas como maniobras de difamación organizadas por la oposición histórica. El Partido LIBRE ha mantenido que el proceso interno es transparente y el Consejo Nacional Electoral (CNE) actúa de manera equitativa. A pesar de esto, estas alegaciones han generado una clara fragmentación en el partido, cuestionando la legitimidad de la postulación de Moncada y revelando una importante crisis interna.
Las protestas de descontento provienen de líderes de base, coordinadores departamentales y integrantes de otras corrientes internas. Estas denuncias no solo disminuyen la confianza en la victoria de Rixi Moncada, sino que también muestran una división considerable dentro de LIBRE, un partido que ha promovido la participación democrática y la transparencia como pilares de su identidad. La ausencia de una respuesta clara e impactante a estas acusaciones podría llevar a LIBRE a una desmovilización de sus bases, un incremento del abstencionismo entre sus simpatizantes y una pérdida de credibilidad de cara a las elecciones generales de noviembre de 2025.
Consecuencias políticas y la advertencia de la oposición
Frente a esta situación, los partidos opositores han expresado su inquietud por la posibilidad de que las elecciones primarias hayan sido un «simulacro de fraude» con vistas a las elecciones generales de noviembre de 2025. Se ha advertido sobre un plan a largo plazo por parte de LIBRE para afianzar su control más allá del 2026, llevando a cabo medidas como dominar los poderes legislativo y judicial, intentar reformar la constitución a través de una consulta popular, y emplear tanto campañas de desprestigio como recursos estatales para debilitar a los medios independientes y a la oposición política.
Diversos líderes opositores advierten que el objetivo de LIBRE sería asegurar un control extendido del Estado, empleando la maquinaria gubernamental, la propaganda oficial y el poder institucional para silenciar la disidencia.
Organizaciones civiles, observadores del extranjero y medios autónomos han demandado más control, revisiones técnicas y apoyo exterior para las elecciones de noviembre. La duda clave es si Rixi Moncada simbolizará una verdadera mayoría del pueblo o si será fruto de una estructura política y electoral dedicada a mantener a LIBRE en el poder.