En un discurso con motivo del 45 aniversario de la revolución sandinista en Managua, el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, señaló a Estados Unidos y Europa como «el mayor enemigo de los migrantes» sin aportar pruebas. Ortega dijo en la Plaza de la Revolución que cree en un cambio en el que el pueblo estadounidense recurra a gobiernos que respeten la ley y respeten a los migrantes.
Las declaraciones de Ortega se produjeron en el contexto de las sanciones impuestas por Washington a Nicaragua por supuestamente facilitar el paso de migrantes procedentes de países como Cuba, Kenia, Pakistán, Siria, Albania, Nigeria y Sierra Leona. Según informes de organizaciones de derechos humanos, Nicaragua está entregando visas ilimitadas a ciudadanos de al menos cuarenta países con altos flujos migratorios para que continúen su viaje a Estados Unidos de manera irregular.
En respuesta, Estados Unidos anunció medidas coordinadas contra los gobiernos de Ortega y Rosario Murillo, incluidas restricciones de visas, sanciones a empresas y advertencias a las aerolíneas para hacer frente a la migración ilegal.
Las medidas se sumaron a advertencias anteriores de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, que instó a las aerolíneas a tomar medidas para evitar la complicidad en la migración ilegal.
Nicaragua se encuentra en una crisis social y política desde 2018, cuando estallaron protestas contra el presidente Daniel Ortega, a quien calificó de intento de golpe de Estado.