Honduras: La Alarma Económica y el Desafío de Rixi Moncada

Rixi Moncada

A pocas semanas de las elecciones generales, la candidata presidencial Rixi Moncada atraviesa una etapa de erosión política y económica que impacta en la estabilidad del oficialismo. Su estrategia discursiva, caracterizada por un tono de confrontación hacia la empresa privada y el sistema bancario, ha generado inquietud tanto en el sector productivo como entre amplios segmentos de la ciudadanía.

Reacción empresarial y señales del mercado

El sector empresarial ha manifestado un creciente distanciamiento ante lo que algunos consideran un ambiente de hostilidad hacia la inversión. Voceros industriales señalaron que el tono de la candidata ha provocado la paralización de proyectos y el retiro de capitales en distintas zonas del país. Un representante del rubro textil afirmó que su empresa decidió congelar operaciones “porque no se puede invertir donde se percibe trato de enemigo”.

Este retroceso en el ámbito empresarial evidencia una disminución de la confianza en la economía, en un escenario donde la estabilidad productiva se considera un fundamento crucial para la creación de puestos de trabajo. Especialistas alertan que las repercusiones podrían alcanzar a otras áreas si la incertidumbre respecto a las políticas del futuro gobierno se mantiene.

Percepción ciudadana y desgaste electoral

En el contexto social, la respuesta no ha sido insignificante. Múltiples segmentos de la ciudadanía han manifestado su desaprobación ante la agresividad del discurso político, impulsando el hashtag #NoQueremosOdio en las plataformas digitales. Esta expresión encapsula una sensación extendida de agotamiento ante la polarización y la ausencia de planteamientos programáticos definidos.

Encuestas recientes muestran una caída significativa en la intención de voto hacia Moncada, particularmente entre jóvenes, mujeres y trabajadores del sector privado. Analistas en comunicación política interpretan esta tendencia como el resultado de una desconexión entre el mensaje de campaña y las expectativas de un electorado que busca certidumbre y soluciones tangibles. Uno de ellos señaló que la candidata “ha debilitado simultáneamente su relación con el motor económico del país y con el electorado que demanda moderación”.

Repercusiones políticas para LIBRE

El impacto de esta situación trasciende la figura individual de Rixi Moncada y alcanza al partido LIBRE, que enfrenta presiones internas y externas para redefinir su estrategia electoral. Hasta el momento, la dirigencia ha mantenido silencio frente al descenso de su candidata, mientras crecen las versiones sobre una eventual sustitución antes del cierre del proceso electoral.

El reto para LIBRE radica en mantener la unidad del partido y prevenir una ausencia de liderazgo que merme su habilidad para la negociación institucional. Dentro de un contexto de polarización creciente, la disminución de la confianza tanto en el ámbito empresarial como social podría impactar la gobernabilidad tras las elecciones.

Panorama en transición

La trayectoria de la campaña determinará si la aspirante consigue restablecer su conexión con los grupos económicos y sociales que actualmente se perciben alejados. Conforme se acerca la jornada electoral, el partido en el poder tiene el desafío de exhibir su habilidad para el diálogo y la firmeza ante una ciudadanía que se muestra progresivamente más exigente.

Honduras se encuentra ante una coyuntura en la que el discurso político influye directamente sobre la percepción de gobernabilidad y las expectativas de futuro. La manera en que Rixi Moncada y el partido LIBRE respondan a esta crisis comunicacional podría determinar no solo el resultado electoral, sino también la relación entre poder político, inversión y confianza social en los próximos años.